Pintura de los Tres Reyes Magos

Cuando era niña Santa Claus no venía a mi casa… pero esta no es una historia triste porque quienes nos visitaban eran los Tres Reyes Magos. Por lo general tampoco teníamos un árbol de navidad en mi casa aunque esa no era la norma en las otras casas de mi vecindario. A mí no me molestaba que no  tuviéramos un árbol de navidad porque en mi casa los Reyes Magos no lo necesitaban. Ellos solo necesitaban agua y yerbita para los camellos ya que les  esperaba un largo viaje de regreso a las  tierras de oriente de donde habían  venido. Siempre me asombraba mucho el  viaje tan largo que daban solo para  traernos regalos.

En mi inocencia no entendía el “largo viaje” que significaba  un regalo para mi y mis siete hermanos, sí, siete. Mi madre trabajaba en la casa cuidándonos y mi padre era el único sustento para toda la familia. Es por esto que con el pasar de los años comprendí el amoroso sacrificio que debieron hacer para asegurarse de que mágicamente el 6  de enero de cada año Los Reyes Magos de oriente nos “visitaran”. Los Tres Reyes Magos no necesitaban el árbol de Navidad por que ellos dejaban los regalos al lado de nuestra cama luego de haber tomado agua y haberle dado hierba a sus camellos y un beso en la frente a todos los niños y niñas que visitaban. Así que religiosamente cada 5 de enero todos buscábamos una caja de zapatos y nos íbamos al patio a recoger el alimento para los camellos, que luego veríamos regado por todo el piso al estos supuestamente comérselo. 

¡Se pueden imaginar cómo siendo una niña cuán extraordinaria era la magia de sentir que los Tres Reyes habían venido desde tan lejos a visitarme para traerme regalos y darme un beso en la frente! Hasta el día de hoy es uno de los recuerdos más felices de mi infancia. Con el pasar de los años Santa Claus también comenzó a visitarnos pero los Tres Reyes Magos nunca dejaron de venir. 

Un día mi hermano mayor encontró los regalos escondidos en nuestro armario pero fue muy amable y no nos reveló el secreto a los pequeños así que la magia me duraría casi hasta los once años cuando la lógica me hizo entender que tres reyes con camellos no podían acomodarse en nuestra pequeña casa y la sonrisa de mi padre me lo confirmó. La tradición de los Tres Reyes Magos continua en mi familia y muchas familias de latinoamérica hasta el día de hoy. Hace unos años nos mudamos a esta hermosa ciudad y continuamos la tradición con mi hija, ya le he explicado que no importa donde estemos los Reyes Magos continuarán visitandonos el 6 de enero para traernos regalos. !Feliz Día de Reyes! !Que viva la tradición! Happy Three Kings Day!

Si desea conocer más información sobre esta y otras tradiciones, la Biblioteca Pública de Nueva York tiene información y libros disponibles:

 

 

Día de Reyes por Leticia Herrera

Eloísa trata de finalizar un dibujo para los Reyes Magos antes de la medianoche. De repente escucha unos pasos misteriosos.

 

 

 

Three Kings Day  por Hoyt-Goldsmith, Diane

Para muchos latinoamericanos, una de las mejores cosas de la Navidad es que dura doce días. El último día, el Día de los Reyes Magos, llega el 6 de enero y honra la llegada de los Magos a Belén.

 

 

 

El día de Reyes y otros cuentos de Navidad españoles por Francisco José Gómez Fernández

El historiador Francisco José Gómez reivindica la literatura española navideña en este compendio de relatos y poemas con la firma de clásicos patrios.

 

 

 

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